Autojustificación: Escritores.

Esto es una entrada para convencerme a mi misma de que quiero hacer esto.

Hace ya casi dos años que abrí mi blog. 

Mi blog no es este, ni es mi diario musical. Mi blog es ese que no veis, mi blog es un sitio para mi, un sitio que nunca voy a poder compartir con nadie. Y por qué.

Escribir.

Demasiada gente cree tener claro lo que significa escribir, y demasiado pocos escritores escriben.

No te dejes engañar: no es a escribir a lo que te enseñaban cuando profesoras malhumoradas te acribillaban, una y otra vez, con la estructura que tiene que tener una narración, y te bajaban puntos si los versos de tu poema no rimaban con exactitud. Escribir no es seguir unas pautas, y no cometer faltas de ortografía, y hacer textos política y moralmente correctos. Nadie que haga eso, y no se atreva a moverse de allí, o, aún peor, crea que moverse de esas pautas es "escribir mal" se puede llamar, orgulloso, escritor.

La mayoría de escritores no somos famosos. No ganamos dinero escribiendo y no queremos hacerlo. No tenemos un despacho lleno de libros de teorías diversas. No tenemos por qué saber apenas nada de literatura. No les hacemos maldito caso a los profesores que nos enseñan futilidades. No buscamos absolutamente ningún reconocimiento. No vemos escribir como un gusto, ni mucho menos como una obligación, sino como una necesidad.

Crear.

Lo que yo busco, o cualquier escritor de verdad,  no es otra cosa que crear con completa libertad.

Expresarse.

Rebelarse.

Pero no se trata de rebelarse contra la sociedad, ni contra nadie. Escribir es rebelarse contra uno mismo. Escribir es coger una idea y empezar a tachar con ella todos los prejuicios, estereotipos, conceptos correctos e incorrectos, pautas que nosotros, sólo nosotros, hemos aprendido: se trata de reinventarse con cada frase que se plasma sobre el papel.*

Todo esto es un proceso totalmente inevitable e íntimo para mi que, como digo, no tiene nada que ver con redactar -que es lo que hago en esta entrada, por ejemplo.

Y, si me habéis seguido hasta aquí, entonces no entendéis nada: ¿por qué, si escribir es algo tan íntimo, abres un blog público, Clara?, ¿No es esto una especie de prostitución de tu mente?

No me abro un blog para que la gente me aplauda, sino porque, así como necesito expresarme necesito compartir, a veces, algo de todo esto tan extraño. No voy a escribir para nadie, pero, sin embargo, creo que es cobarde no atreverse a mostrar la punta del iceberg, por lo menos, de esta parte de mi.

Somos un todo. Busco la retroalimentación. Busco expresarme, y que mi lector se exprese (y si quiere, me lo cuente). Creo que puedo aportarle algo, aunque ese algo sólo sea un momento de despreocupación, mientras me lee divagar, y creo firmemente en el derecho de la gente a leer lo que quiera, incluso a leerme a mi.

Por eso, no voy a ser una blogger decente. No voy a publicar regularmente, ni voy a tener el blog más trabajado de Internet. Me limito a escribir, cuando quiera y como quiera, a dejar unos cuantos enlaces a otros sitios por los cuales me expreso, a aceptar cualquier tipo de comentario y a apreciar sinceramente a cualquiera que lea estas cosas. La mayoría de vosotros, en un principio, me conocéis, y la próxima vez que me veáis, o me habléis, vais a pensar que la que escribe y la que veis, viviendo la rutina -o la falta de ella- no es la misma persona. Quizás, de alguna manera, no lo sea. Y si me preguntáis cual de las Claras es real, yo os diré que las dos lo son.

* El hecho de que opine que escribir es algo espontáneo y natural, y que, por tanto, es "correcto" siempre que al autor le sirva para expresarse y ser más feliz no tiene que confundirse con un odio hacia las clases de literatura o lengua: pienso que es bueno aprender, sea lo que sea, y por esa regla de tres es bueno aprender técnicas que otros utilizaron, aprender a observar, aprender figuras literarias que luego, al escribir, por lo menos yo creo de forma espontánea, embelleciendo mi texto, y haciendo así que gane en intensidad, y por tanto, me permita expresarme con más emoción todavía.