Cuando tus sueños se cansan de soñarse, vendré y te diré que has perdido demasiados trenes, que tomaste demasiadas aspirinas tirada en andenes de humo, tirada en corazones inventados. Iré y abriré tu libro, y leeré el reverso de tus poesías, porque para leer un simple verso, mis ojos se van, y te miran.
No hay comentarios:
Publicar un comentario